Lo he visto tres veces en la tele, en telecinco y aún no doy crédito. Al parecer el obispo de Roma, el Papa, el colega Rat ha bendecido a un montón de Ferraris, casi doscientos, ya sabes, esos coches baratos, utilitarios, los de la prole, vamos. No contento con ello, el colega Ratzinger Z les ha hecho un hueco en plena plaza de San Marcos, a unos metros de su insigne y blanca figura.
Visto que ya bendicen a cualquiera (con tal de que tenga millones para gastar en un coche), creo que voy a organizar una marcha hasta San Marcos en tractor, a ver si tiene huevos a no hacer mención en la omilía.
Nota: acabo de encontrar la noticia.