acabo de encontrar un par de referencias a blogeros que han muerto (una es una esquela irreverente y divertida) y me acordé de una entrada en la que alguien rendía un breve y emotivo homenaje a su abuela, recien fallecida.
Parece cosa de bichos raros, de frikis sin futuro… hablar de un ser querido que ya no está y publicarlo en internet debe ser, como poco, objeto de un buen análisis psiquiátrico. Lo que me preocupa es que lo comprendo y (creo) que haré algo así cuando me vea en la misma situación.
Hace unos días, viendo Troya (¡que nadie se deje impresionar!), a Aquiles le decía su madre que en la guerra estaba lo que todo hombre busca y él, más que nadie. En la guerra contra Troya estaba la inmortalidad, la muerte del olvido, el recuerdo postrero y eterno. No deja de ser la misma idea, dos mil años después.