hace ya unos días que estoy viviendo en mi nuevo piso de alquiler y, de momento, estoy genial. todavía faltan algunas cosas por poner, un millón de cacharros que comprar, una bolsa del carrefour que no sé que hacer con las tonterías que contiene y un largo etcétera. además, esta […]
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como si no tuviese bastante con la boda de mi hermano, tengo que aguantar toda la parafernalia y los pseudo-periodistas que cubren la boda del siglo de esta semana (la semana que viene será otra…). por suerte, lo peor a pasado y no me ha dado tiempo a enterarme de […]
pues eso, que reinvidico mi derecho a una información veraz y objetiva y no a un montón de pseudo-noticias relaccionadas con la puñetera boda del principe. ya estoy cansado, desde hace más de quince días, de ver en la tele a un montón de señoras hablando de lo bonita que […]
estoy como aquella película de katherine turner… simplemente asfixiado de calor. y lo peor es que todavía no ha llegado lo gordo; esto es un simulacro, un mal sueño, un aviso de lo que está por llegar. el calor es una de esas cosas (de esas pocas cosas) que consiguen […]
¡al fin! después de más de tres semanas, he encontrado piso. al principio resultaba divertido; conocer la ciudad a través de sus pisos es una curiosa experiencia. más adelante, en la segunda semana, vas conociendo a esos «habitantes» del inframundo de los pisos de alquiler y compartidos. seres extraños y […]
vengo de jugar un partido de futbito con las gentes del trabajo y, todavía, me encuentro en estado de shock. uno de los asistentes ha conseguido devolverme a la infancia, al patio del colegio. cuando uno juega al fútbol con un grupo de amiguetes y compañeros, no se espera un […]
Este post va dedicado a todas aquellas personas que me envían, sabiendo o sin saber, queriendo o sin querer, documentos que no puedo leer, diapositivas que no voy a visionar, ficheros en formato extraño y/o inaccesible y un largo etcétera. Sin ánimo de acritud, pero sin ganas de callarme. Como […]
mucha gente no se acuerda, pero con 25 añitos, la vida pasa rápido, demasiado rápido, como los postes telefónicos vistos desde el tren. La vida nos atropella, nos agobia, nos impone su ritmo, sus reglas y obligaciones. Y nos olvidamos de disfrutar, no recordamos que no todo es un valle […]