Ya ves, todo el año esperando, temiendo, estudiando, aprendiendo, viendo pasar el tiempo y diciendo que sí, que todavía hay margen de maniobra y, de pronto y sin avisar, ¡zas! los dos primeros exámenes de la EOI.
Estoy un poquito acojonado porque he sido el único de mi clase en salir con una sonrisa en los labios. Creo, sinceramente, que me ha salido bien. El listening (lo de escuchar) lo entendí muy bien y el writting (la redacción) también. Era de 250 palabras y tuve que echar el freno en las 265 porque me pasaba de largo. Me imagino que el escribir cartas a estas alturas del siglo XXI tiene sus ventajas, te ordena la cabeza, te da soltura y te ahuyenta del bloqueo mental. Total, que ha sido casi místico, casi orgásmico.
El primer exámen en la escuela de idiomas del que salgo convencido de algo… de que lo paso.
Mañana hay otros dos (compresión escrita y lectura obligatoria). Ver veremos…