A mediados de mayo, cuando nos pusimos a planificar el viaje a Gijón por el AWS Community Day, sólo sabíamos que el evento sería el sábado 19 de octubre y que iríamos unos días antes porque habría mucho que preparar. Y se me cruzó por la cabeza que, ya que iba a ser una ocasión única (organizar un evento nacional para 250 personas en mi ciudad entra en esa categoría) deberíamos hacer algo especial, algo loco, para celebrarlo. Algo como un tatuaje. Y debería ser allí mismo, nada de llevarlo puesto. Por supuesto, la idea le encantó a A y se puso a buscar donde tatuarnos. Yo, mientras tanto, me puse a pensar qué diseño quería.
Tengo una lista con todo lo que creo que podría convertirse en tatuaje un día pero nada me parecía suficientemente especial. Ni las frases, ni las imágenes me decían lo suficiente, así que decidí esperar y estar atento a las señales del universo sobre este tema.
En julio, cuando Hugo y yo estábamos pasando unos días en la tierrina fuimos en autobús a algún sitio que no recuerdo y, en la parada del Natahoyo me quedé admirando el mural dedicado a Naval Gijón. Y entre todas las escenas dibujadas vi algo que quería tatuado en mi piel, una grúa.
Mi abuelo materno, Valentín, mi tío Juan Carlos y mi hermano trabajaron en Naval Gijón haciendo barcos y el sector naval está tan ligado a la ciudad que algunos barrios resultan irreconocibles sin las siluetas de las grúas. Al final, el universo me había mandado un mensaje clarísimo y me pasé el resto de los días haciendo fotos a las grúas.
El 17 de octubre nos plantamos en Notre Tattoo después de estar un par de meses intercambiando mensajes, emails y llamadas de teléfono para afinar la idea inicial y mejorarla. Mi idea era usar un espacio en el antebrazo pero la grúa era demasiado grande y encajarla en ese hueco hubiese significado perder un montón de detalles y, sinceramente, no me apetecía. Quedamos en verlo in situ y, tras varias pruebas, le tuve que dar la razón a Hubal y dejarla al tamaño original. Y, finalmente, después de casi cuatro horas bajo la aguja de Hubal apareció la grúa.
La cosa es que ahora tengo una pierna sin nada y mi idea original, el plano en alzada de una grúa Pelikan sigue ahí, macerando mientras encuentro esos diseños…
Nota: el título de esta entrada está en el mural. Nunca Olvides Tu Pasado.