En estos días previos a las vacaciones, mucha gente se afana en recopilar datos de los lugares en donde pasarán su merecido descanso y, como no podía ser menos, ya he ayudado a planificar un par de escapadas a la tierrina.
Casi todo el mundo busca lo mismo, un poco de playa, un poco de cachondeo y un mucho de rutas gastronómicas, lo cual no es de extrañar. Con tanta publicidad y tantos detalles (aquí se come bien, esta playa está genial, la sidra no hay que dejarla reposar y se bebe de un trago, no llueve tanto como dice el señor Montesdeoca, etc…), el Principado debería pagarme un sobresueldo :).