No asumí que se habían terminado las vacaciones hasta que sonó el despertador, inmisericorde, a las siete de la mañana. De todas formas, la incorporación al mundo de los adultos no ha sido tan traumático porque ¡¡este año tenemos horario de verano!! Pahabersematao, jornada contínua nada más volver…
Aún y así, está siendo un día duro.
trabajo