Hay días en que el sol nos invita a hacer algo diferente, a cambiar el chip y buscar nuevas emociones que nos saquen del letargo de la rutina, días que nos obliguan, en definitiva, a movernos un poco más rápido de lo normal para combatir el tedio. En esos días diferentes, salgo en bicicleta, enrredo con el ordenador y doy un par de vueltas por Emérita Auguta pero, desde hoy, creo que voy a pensármelo dos veces antes de hacer estas cosas aburridas y tontas. Los días soleados, a lo que invitan, es a contradecir a un juez, a volar a 260 kilómetros por hora y luego llorar amárgamente la pérdida del carné. En definitiva a ganar el concurso de Gilipollas de mes con el mínimo esfuerzo.
El titular del Juzgado de instrucción número dos de Burgos, Miguel ÿngel Martín Maestro, ha echado una dura reprimenda al asturiano al que retiró el pasado mes de febrero el carné de conducir por circular a 260 kilómetros por hora, ya que en su recurso -por el que pretendía que el magistrado le devolviera el permiso- no mostró ningún signo de arrepentimiento y alegó que era imposible que fuera a esa velocidad, ya que su coche no puede superar los 250 kilómetros por hora. Añadió que, en su decisión, el juez ÿ«no tuvo en cuenta las circunstanciasÿ» de aquel día, ÿ«como que el día era soleado y la calzada estaba secaÿ».
Vía: La nueva España.
justicia, jueces, conducción, gilipollas
3 ideas sobre “gilipollas, días soleados y calzadas secas”
pasame el carnet de gilipollas porque tu ya lo tienes no?
Hombre gilopollas (que no gilipollas), ¿ya te han dejado salir del trullo tus numerosos amantes? Sólo una persona se mosquearía con este comentario y, según mi modesta opinión, sería el mismo que se puso farruco delante del juez. Tuviste suerte porque si llega a suceder hoy en día, el único coche al que podrías montarte sería el fúnebre.
Los imbéciles cómo tú sólo me provocan asco. Púdrete.
Amén a eso, n1mh!!