hoy es el día de los inocentes y, en teoría, es el único día del año en que es obligatorio gastar bromas pesadas (y recibirlas). Antes solía tomarme muy en serio esta «libertad» y trataba de innovar, año tras año y buscar las mejores bromas para alegría de mi familia y amigos. Ahora, para bien o para mal, he madurado (o eso digo… :D) y ya no pongo despertadores, hago llamadas a los amigos en nombre de Hacienda (que seguimos siendo todos) o pongo trampas por la casa.
Pero, por si alguien se anima, ¡¡féliz día de los inocentes!!