Hoy me han quitado la maldita férula y, por fin, puedo volver a apoyar el pie y caminar como un bípedo más. Quince días sin tocar el suelo son demasiados y, quizá por eso, mi pie izquierdo se levanta grácilmente como si fuese a llevar muletas toda la vida. Ahora comienza el entrenamiento, la dura preparación para estar en perfecto estado de revista para el viaje a London. Por si fuera poco, mañana tengo dos exámenes, uno de mañana y otro de tarde y me paso el día estudiando.
Se nota que ha vuelto todo el mundo de sus vacaciones porque, para no tener nada nuevo desde el viernes, las estadísticas del lunes y el martes volvieron a ser las que eran, cuando todo el mundo estaba en su puesto, tirando del país. A todos ellos, ¡¡a trabajar!! 🙂
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4 ideas sobre “liado”
Pues ya sabes, despacito y a pillar el ritmo -;)
si, ahora voy a estar unos días a dos velocidades, en vez de andar con cinco, como antes. Por lo pronto ya me libré de las malditas muletas y puedo usar las dos manos mientras camino. Uno no sabe lo que se puede llegar a añorar estas pequeñas cosas :D.
Todo pasa y todo llega, pero lo nuestro es pasar, te suena, toma las cosas con tranquilidad, valora el disponer de tiempo para hacer otras cosas, y disfruta de esas pequeñas cosas cotidianas. Suerte con los exámenes. Cuídate la patuca, que te quede bien. Besos.
La patuca va, de momento, lenta pero segura. Estoy haciendo lo que manda el médico (contrastes de frio/calor) y caminando un poco para que se vaya acordando…
Con los exámenes, se hará lo que se pueda 😛