– Trabajas a horas extrañas.
– Cobras por hora pero tu tiempo se alarga hasta que termines.
– No estas orgulloso de lo que haces.
– Es dificil tener una familia.
– Tu trabajo NO te satisface.
– Te da verguenza decir a los demas lo que haces para ganarte la vida.
– La gente te pregunta «En que trabajas?» y NO puedes explicarlo.
– Tu familia NO te comprenderia ni tan siquiera te reconoceria en una reunion.
– Tus amigos se han distanciado de ti y ya solo vas con otros «profesionales».
– El cliente siempre quiere pagarte menos y, a la vez, espera que hagas maravillas.
– Cada dia te levantas y te dices: «NO voy a estar haciendo esto toda mi vida».
Lo dicho, voy a poner una sidrería por estos lares, que seguro que poniendo buenos pinchos y tapas, me forro.
Visto en: Historias salvajes.