— Voy a contarte una historia. En el siglo XVIII las tuercas y los tornillos se fabricaban a mano. Era una tarea muy lenta y laboriosa de manera que se hacían por separado. El que la rosca de una tuerca se acomodara a la de un tornillo era cuestión de suerte más que otra cosa. Una vez fabricada una tuerca tenía que probarse con todos los tornillos y como puedes suponer no era fácil. Las roscas no tenían ninguna precisión y se resistían a encajar la una con la otra. Había que intentarlo una y otra vez hasta dar con el tornillo que perteneciera a la tuerca y que formara su pareja para siempre. Más o menos esta es nuestra historia.
— Siempre pensé que te faltaba un tornillo pero no de esa clase.
— No me gusta la gente que se empeña en algo que no esta hecho a su medida.
cita, película, amo tu cama rica