Casi se me paran los pulsos al visitar un enlace que me pasó mario, del Museo de los 8 bits. Se trata de una recopilación de los grandes clásicos, ya olvidados, de la informática, los pioneros, aquellos que se enchufaban a la tele con un cable RC y que leían los programas de cintas de casete. Aquellos viejos guerreros.
La primera parada, nobleza obliga, fue a la web de mi primer ordenador, catalogado aquí como MSX-1. Al ver la foto, reviví el instante –mágico instante– en que lo sacamos de la caja, en un lejano día de reyes del año ochenta y poco. Entonces, iluso de mí, lo primero que pensé fue que ese trasto me iba a hacer los deberes de todo el curso. Más tarde descubrí los manuales y aquellos libros tan divertidos donde unos dinosaurios de colores te explicaban cómo hacer bucles while
y, no sólo no me hizo los deberes sino que me envenenó la vida.
Muy joven aprendí la docena y media de comandos necesarios para usar el ordenador, a picar código y a guardarlo en cintas de casete, a esperar que el sistema fallase y no te cargase el juego del vaquero tras pasar veinte minutos escuchando zumbidos en el casete, a rescartar gente en minas abandonas con Hero (el minero), atropellar coches con el camión y sumar fracciones con aquel otro juego de matemáticas donde recorrías el escenario montado en un saltador, buscando fracciones equivalentes. Muchas horas jugando, aprendiendo, flipando con las posilidades que ofrecía y, como no, haciendo mis pinitos con BASIC. No es de extrañar que unos años después, siempre que me preguntaban que qué quería ser de mayor, respondía cándidamente que informático. Si lo llego a saber, me hago charcutero…
También me pasé por el Amstrad CPC de mi primo, por los Spectrum (Sinclair Zx-Spectrum y Spectrum 128) que tenía en el colegio y alguno más. Viendo estas maravillas que algunos llaman reliquias, me siento afortunado de haber podido empezar tan pronto y tan joven porque, entre otras, ganas en perspectiva. Eso sí, la lagrimita no te la quita ni el Tato.
Más viejos guerros en la web del Museo de los ocho bits.
museo de los ocho bits, museo8bits.com, msx, amstrad, basic
2 ideas sobre “viejos guerreros”
Tan joven, tan joven no, eras un niño, pesadito con la informatica, que no sabiamos de dónde te venía la aficción, pues hasta el profesor me preguntó si habia algún informático en la familia, pues a pesar de la corta edad, lo tenías tan claro, que el pensaba que estabas influenciado por alguien cercano, todavía no sabemos hoy, de dónde sacabas tanto interes, eras «rarito» no te gustaban los balones, y adorabas los libros, te interesaba la informática y lo que hacian los niños de tu edad, no te gustaba, en fin, yo si tengo para escribir un libro. Yo también aprendí contigo y el MSX a jugar y hacer pequeños programas, mientras la unica televisión era utilizada como pantalla de ordenador. Estoy contenta de que tu trabajo esté relacionado con algo que te gusta mucho. Besos.
¡Mamá! Te tengo dicho que los trapos sucios se lavan en casa. 😛
Todo bien, excepto lo de rarito. Dicho así, sin matizar o fuera de contexto puede dar una idea muy equivocada de mí.
besos.