En las últimas dos semanas, la Defensora del Lector ha recibido varias peticiones más. Ana G. D., por ejemplo, escribe: «Quiero agradeceros la atención que tuvisteis al publicar en el foro de EL PAÍS la queja que envié. Os escribo para solicitaros que la eliminéis, ya que ha quedado en el histórico, y todas las personas que buscan mi perfil lo primero que encuentran es ese artículo». Su preocupación es comprensible: una cosa es participar en un foro digital en un tono desenfadado, y otra muy distinta que ese escrito pueda ser leído, fuera de su contexto, por un jefe de personal a la hora de evaluar a los aspirantes a un cargo.
Condenados a permanecer en la red – Diario El País.
Soy de esos paranoicos que, cada cierto tiempo, revisamos la información que los buscadores arrojan sobre uno. Empezó como un ejercicio de egocentrismo pero se ha convertido en una manera de gestionar o cuidar la imagen que, sin darnos cuenta, arrojamos a través de Internet.
Con este artículo me doy cuenta que, aquello que empezó como un juego con folixeru, como una forma inocente de ver quien tenía más resultados en google, ha terminado volviéndose fundamental a la hora de generar una buena imagen.
Y sí, nada más leer el artículo, he vuelto a repetir la búsqueda. Nada raro, como siempre.
2 ideas sobre “buscadores e identidad digital”
Pues no tenía ni idea. Acabo de guglearme yo también.
¡¡Pero si ya eres funcionaria!! 😀
De todas formas, controlar un poco lo que uno va dejando en la red es un ejercicio bastante sano, sobre todo de cara al futuro.