Después de ni me acuerdo del tiempo, este blog va a volver a sus orígenes sirviendo como almacén de cosas útiles y chuletas de informática 🙂 .
Como casi siempre que estoy con la familia me ha tocado hacer chapa y pintura del ordenador de casa de mis padres pero esta vez tocó cambiar completamente el hardware. El portátil que tenían hasta ahora ya no daba más de sí, ni por Windows 10, ni por las aplicaciones que cada actualización requerían más cacharro. Básicamente, estaba pidiendo la jubilación desde hacía mucho tiempo.
Así que el relevo estaba decidido e iban a heredar mi viejo servidor, un minipc cinco o seis veces más potente que el portátil, que ocupa una décima parte, con más puertos USB de todos los colores y al que no le fallan varias teclas del teclado. Mi intención era cambiar el disco principal y dejarlo funcionando casi sin esfuerzo pero el disco, además de pequeño (120GB), estaba lleno, así que la solución clásica es clonar el disco en uno mayor y esperar que windows no reviente con el cambio de placa base.
Estoy acostumbrado a clonar discos pero no Windows, así que después de bucear un poco en DDG, probé con un clásico, dd
, y funcionó de maravilla.
sudo dd if=/dev/sda of=/dev/sdb bs=64K conv=noerror,sync status=progress
Después del clonado, conecté el disco SSD en el minipc, lo enchufé a la tele (si te faltan adaptadores hdmi-vga improvisas) y, tras un rato adaptando Windows 10 al nuevo hardware, arrancó como si se hubiese instalado allí. Tras eso, expandí la partición principal para que ocupase el nuevo espacio disponible.
Y ya está, el nuevo ordenador está funcionando como siempre, sólo que con más CPU, más RAM, más USBs y más siglas de todo tipo.