me acaba de pasar una de esas cosas que uno siempre piensa que le pasan a los demás, como las infecciones y los accidentes con la plancha; me acaban de poner una claúsula de rescisión de contrato… sólo sabía que se aplicaban a futbolistas, ejecutivos y ministros. la noticia, después de asimilarla, me ha parecido curiosa. por primera vez, no tengo motivos para quejarme de un trabajo. esto que hago consigue levantarme por las mañanas con ilusión, cosa que no consiguen ni las vacaciones ni mi señora madre, me mantiene al día, actualizado, me ofrece retos y sus recompensas y está bastante bien pagado. en mi vida la he visto más gorda…
acostumbrado como estoy a ser un esclavo a tiempo parcial, un trabajador eficaz pero infravalorado, terriblemente ignorado y olvidado, como el 99% de la gente que nos ganamos la vida aporreando teclas por placer, ciegos de tanto TFT, adictos a las siglas y los acrónimos.
para colmo de males, la inestabilidad laboral está instaurada en el sistema, las horas extras no se cobran pero si se hacen y el sabor de boca continuamente te remite al de la mierda. Jefes manipuladores, ineptos, estúpidos en muchos casos, que pagan sueldos bajos y míseros, que cambian planes semestrales cada día, que presionan por el placer que les da, que venden imposibles y no les importa.
además éste es un trabajo que te tiene que gustar. uno no puede estar viviendo de esto si no siente un cosquilleo en el bajo vientre, una necesidad acuciante de tocar el plástico de un teclado, de aprender y batallar, de ¡Santiago y cierra España! y ¡por mis cojones! a las tres de la mañana, del irc, las bbs y forosdelweb.com.
esto se lleva en la sangre o se gangrena y mata. por eso M. lo ha dejado. no hay que ser un superhéroe, solo un pobre chiflado lleno de ilusión y ganas. al cabo de un tiempo, unos dos o tres años, comprendes que es mucho mejor montar una buena sidrería en algún lugar tranquilo o un bar. algo que te permita ganarte la vida mientras ves la vida desde el otro lado del mostrador, hablando con «los de siempre», actores secundarios que siempre llenan los bares y que siempre son los mismos. después de llevar casi ocho años currando de informático, responsable técnico, administrador de sistemas, administrador de redes, consultor informático y un largo etcétera (todo los jefes tienen un nombre nuevo, fashion y divertido para cada cosa que uno haga, por muy vieja que ésta sea), yo tengo apalabrado mi sidrería con J. sólo queda escoger un lugar tranquilo, con el calor justo para no morirse cada día y escoger a «los de siempre».
NOTA: precisamente hoy, en que me comentan que un antiguo compañero ha dado carpetazo y se va a otro sitio en el que, por lo menos, comenzará con ilusión, ganas y la oportunidad de causar una buena impresión. ¡suerte pedro! 😉
MODIFICACIÿ?N 200407221408
los «de siempre» son más conocidos como figurantes (gracias J.).
2 ideas sobre “la vida es fútbol”
Leí con atención la historia esa de que «La vida es futbol» y me entristece bastante ver mi falta de ambición en la vida, yo ya no sueño con aporrear teclas, no sueño con abrir una sidrería, la verdad, la única verdad, es que a lo único que aspiro es a ser uno de esos actores secundarios, vamos unos de los de «siempre».
Donde es el casting de actores secundarios?????