Hace un rato he salido a tomar un café con mis compañeros de tertulia y en portal del edificio, un portal inmenso en el que hay media docena de oficinas, se escuchaba el ritmo viejo de una máquina de escribir. En los albores siglo XXI, el de la tecnología, con la banda ancha de Telefónica, los dineros del I+D+I, Internet y los móviles con cámara de fotos, de video y chat a 90 céntimos el mensaje, ¡hay gente que utiliza máquinas de escribir! La posibilidad me pareció añeja y romántica como pocas.
AUTOR
diego
Pues eso, alguien loco, con cinismo, pleno de deseo y vacío de saliva de tanto gritar en el desierto.
1658 entradas
También te puede interesar
Acabo de pasar por 20q.net y me ha dejado a cuadros el juego del veo-veo que se han currado con inteligencia artificial. […]
En los últimos cuatro meses, más o menos desde que estamos inmersos en la época preelectoral, me he paseado por ocho provincias […]
La semana pasada terminé, casi sin proponérmelo, las dos temporadas que hay de Cómo conocí a vuestra madre, una delicia de comedia […]
Un par de días después de quedarme tranquilo poniendo verde la web de La Nueva España, me encuentro con que un tal […]