Lo que empezó siendo una posibilidad, un sueño cuasi imposible, sucedió estos días. Me fuí a Sevilla con la vana esperanza de desconectar del trabajo y olvidarme de todo lo que fuese posible en poco más de setenta y dos horas y, raro en mí, no he tocado un teclado (salvo el del móvil) en estos días. A cambio he sucumbido a las cervecitas, al pescaíto, a las puntillitas, al calor y a casi cuatro horas en la piscina del ático del hotel, con vistas a la Giralda.
Cuando llevas una temporada dura en el trabajo, todo afecta, todo pasa factura y, con sorpresa, un día te das cuenta de que estás discutiendo por cualquier chorrada que ni te va ni te viene, sólo necesitas oír tu voz y, quizá por eso, la levantas más de la cuenta. Demasiado tiempo sin parar, sin desconectar, porque no sabes que lo necesitas, pasa una factura muy alta y, por eso y por mucho más, hay que irse, lejos, sin portátiles ni tecnología, a la vieja usanza: playeros y bermudas.
En cierto modo fue como antaño, como mi primer trabajo, dando tumbos por la piel de toro y conociendo ciudades de seis de la tarde a once de la noche, si había suerte. En aquella época salía de la gasolinera de turno, pasaba por el hotel, me vestía de oriundo y me iba a dar vueltas por el lugar donde estuviese. Sevilla, Valencia, Barcelona, Madrid, Soria… siempre con el atardecer, la mayor parte de las veces solo y más feliz que unas castañuelas.
Con tanto trajín he aprendido a camuflarme y, a pesar de pasearme por los alrededores de la catedral, de estand en estand de la feria del libro, ni una sola gitana me ofreció romero. ¡No he perdido el toque!
sevilla, relax, giralda, piscina, la caixa
8 ideas sobre “offline”
Me suena curioso de todo lo que hablas.
Yo ahora mismo estoy de vacaciones, 5 dias para desconectar, aunque no he salido de oviedo ni tengo pensado hacerlo, desconectar de la gente de la oficina para no volverme loco.
El caso es que no puedo desengancharme del teclado, ni de ebay ni de los blogs ni de …
en fin, que lo que quería decir es que entiendo muy bien lo que dices, sobre todo lo de «un día te das cuenta de que estás discutiendo por cualquier chorrada que ni te va ni te viene»
un saludo 😉
Si yo no llego a ir a Sevilla y me quedo en Mérida, probablemente no habría habido desconexión (ni moreno, para qué negarlo :)) y, simplemente, se habría tratado de una parada de mantenimiento. Y sí, también estoy bastante enganchado a todo esto, Internet, sistemas, blogs y un largo et?etera y, quizás por eso, una vez cada dos o tres años necesito separarme de los teclados durante cuarenta y ocho horas para saber que puedo, para cerciorarme de que (aún) no tengo síndrome de abstinencia.
Además, cuando subo a Gijón no me separo del portatil y tengo una granja de pollos en los ordenadores de mis padres, de mi hermano, de un señor con bigote que pasaba por la calle, hago de servicio técnico oficial del barrio, etc… Es un mal sitio para desengancharse :P.
Cuando subas a Gijón cómo tú dices, te propongo que no subas el portátil, ¡Qué te parece’ ppero me temo, que aunque a nosotros nos venga bien, tu asesoramiento, puesta a punto y revisión, estoy segura que tantos días no dejas tu portatil en Mérida. De todos modos puedes intentarlo te reto, porque aunque hagas algún trabajillo aquí, no es igual que estar pendiente todo el tiempo de tu ordenador. besos. Por cierto, espero cuelgues las fotos pronto, estoy deseando verlas.
hmmm, ¡pues va a ser que no! 😀
Me sigo resistiendo a dejar el portatil, solo y desvalido sobre la mesa del salón, mientras yo me lo paso pipa por la tierrina. Además, tengo tantas cosas dentro (sin copia de seguridad actualizada, nota mental), que seguro que necesitaría algún documento, algún driver o alguna historia que se encontraría a setecientos quilómetros de distancia.
En Sevilla apenas saqué fotos y la más espectacular y descriptiva es la que acompaña a esta entrada, pero tranquila, te enviaré la de los toldos de la calle Sierpes ;).
Besos.
Copias de seguridad, contraseñas activas, control contínuo, no abandonar en lugares de facil acceso o visibilidad y, por supuesto, ojito con los datos de caracter personal… ah! y bloquea el monitor cuando salgas.
Joer espinete, cómo se te va la olla. Luego pienso que soy uno de los pocos (sino el único) que sigue tu doctrina a pies juntillas y ¡que me lo pagues así! 😀
Mamá, lo prometido es deuda:
Un foto para mamá: http://static.flickr.com/49/152149605_34bc26a24d_o.jpg
y otra para papá: http://static.flickr.com/48/152149606_1033b16a5f_o.jpg
besos
Me gusto mucho la calle Sierpes, con sus toldos, y el señor del primer plano, con aspectode calor, hasta tal punto, viéndo la foto, me contagia. Pero la significativa es la dedicada a papa, me oyes a mí decirle toda la vida que el tiene el archivo de indias en casa, cuando la vea pensará que es una confabulación. Besos
Hacía calor, no tanto como los cuarenta grados que tuvo eme, vestida con su traje de chaqueta y sin sombras donde resguardarse, pero hacía caló :D.
La foto del archivo de índias es para que papá la ponga de portada en la primera caja de legajos que tiene. Así, el nombre, será oficial.
besos