No, todavía no han pintado del color de la esperanza los puentes de Mérida (y no sé a qué esperan :)). El título se debe a que este fin de semana volveremos a viajar al norte, ese territorio nuboso y verde donde ejerceremos de guías turísticos para lolo y eva, los de la cámara de fotos. Serán días vertiginosos entre praos, vaques y doctores de ficción televisiva.
¡Mamá, prepara los filetes y les patates, que vamos!