te hará llorar. O, al menos, es lo que dice el refrán. Lo que sucede es que últimamente hay demasiadas mujeres llorando, en un goteo lento pero constante que pone los pelos como escarpias. Y sólo es la punta del iceberg. El resto, son fríos números que no parecen afectar a los asesinos:
78.550 mujeres maltratadas bajo protección judicial
71 asesinadas en 2007
17 en lo que va de 2008
4 sólo el martes pasado
2 acuchilladas ayer
violencia machista, hijos de puta, asesinos
3 ideas sobre “quien bien te quiere…”
Totalmente de acuerdo. Toda persona que agreda a otra por cualquier razón, y con el agravante de cierta posición de superioridad sobre otra (física, emocional, económica…) es un delincuente, y si la agresión acaba en muerte, sencillamente la persona es un ASESINO.
Pero como hombre, estoy preocupado. En la Constitución Española, todos los españoles somos iguales ante la ley, sin distinción por razón de SEXO. Parece ser que las estadísticas confirman una mayor ocurrencia de agresiones físicas por parte del hombre a la mujer… pero tras la aparición de la Ley de Violencia de Genero, me pregunto yo:
¿Está justificada una ley que mide con distintos raseros las agresiones de hombres a mujeres que las de las mujeres a los hombres? ¿No debería ser una ley que penara los abusos de UNA PERSONA a OTRA (que puedo equivocarme, pero estoy seguro que ya existe)?
¿No genera una situación de discriminación (llámala positiva o negativa, no importa. Es discriminación) el favorecer a un colectivo por razón de Sexo? ¿No va en contra de la Constitución Española hacer eso?
¿Que ocurre en situaciones en que la pareja son 2 hombres? ¿Quedará todo en un malentendido?
¿Que ocurre si es la mujer la que maltrata a su marido? Sabemos que es menos probable que sea un maltrato físico, pero todos conocemos historias de maridos maltratados psicológicamente, que a veces acaban en suicidio. ¿Eso no debería estar penado también?
Y al final, la cosa que me inquieta. ¿El crear una ley que deja en desventaja legal a los hombres con respecto a las mujeres (según la ley, una mujer que agrede a su marido es sospechosa de agresión, mientras que un hombre que agrede a su mujer es IMPUTADO en un delito de violencia de genero, y puede ser encarcelado 24 horas para la aportación de pruebas…) no puede generar picaresca? Se conocen casos de divorcios en España en los que la mujer denuncia (y a veces, mas cruel, el abogado de la mujer recomienda denunciar…) a su futuro exmarido por malos tratos para conseguir mejor resolución en el divorcio (llámese la casa, el coche, los hijos y el 50% del sueldo del exmarido, independientemente si la exmujer tiene pareja estable o no).
Todo esto me preocupa mucho. Al final, todos los defensores de la Ley de Violencia de Género me intentan calmar diciendo que al final es el Señor Juez el que interpreta la ley para que no ocurran el tipo de injusticias que yo enuncio aquí. La verdad es que me gustaría que los propios jueces me lo explicaran, porque quizás es que no lo entiendo…
Pero esta claro que mientras todo vaya bien en la pareja, todos felices. Pero si alguna vez hay que divorciarse… Dios te libre si tu mujer te odia.
Dios o no se quien te libre si tu marido, tu pareja, novio, etc. te aborrezca, pues no necesita ni siquiera odio, para pegar, maltratar o matar. Son tantas preguntas de dificil contestación, que muchas personas nos hacemos constantemente, pero yo siempre llego a la misma conclusión, son cientos de mujeres muertas y otras tantas con malos tratos que ni siquiera se atreven a denunciar, y el caso de los hombres pocos, físicamente llevamos siempre la de perder, pero eso no significa que la ley sea justa siempre, y si no que se lo pregunten a las víctimas. Yo creo, que es cuestión de educación, desde el respeto a la otra persona, sin importar sexo, raza, ideas, etc. pero mientras tanto, la justicia tiene que apoyar a las víctimas, niños y mujeres en su mayoría. Besos
En este país los maridos estamos sometidos a una presión increíble:se nos exige que tratemos a la esposa con respeto pero nadie le exige a ellas nada. Estamos hartos de ver como después de la boda el marido sacrifica toda su vida, hasta entonces en evolución, sacrificando aficiones, amigos y hasta familia en aras de la felicidad del matrimonio que nunca acaba de llegar. Porque caminamos como el burro que sigue a la zanahoria colgando del palo, con la cabeza gacha, siempre adelante y sin quejarnos. La Ley está de parte de las mujeres para todo, y eso sin hablar de picarescas. Pero nadie le explica a un novio en un altar a lo que se expone si el matrimonio va mal, o aunque solo se lo parezca a su pareja y es la ruina total: no sólo económica, sino personal, afectiva, social y hasta laboral.