Mi familia es una tribu. Creo que ya lo había dicho por aquí pero no está de más repetirlo. Nos movemos como esas bandadas de estorninos que vuelan entre los árboles, al unísono y movidos por las mismas necesidades. Cuando necesitas algo sabes que puedes contar con docena y media de personas incondicionalmente. Cuando aparecen los problemas, que siempre lo hacen, tienes alguien que te ayudará hasta la extenuación. Y al revés, exactamente igual. No hay vacaciones ni días libres y, por supuesto, uno no se da de baja ni alega cansancio para no hacer su parte de la tarea. No es que sea bueno o malo, símplemente es como es y hay que asumirlo.
Por estos lares tienen otra idea de familia, con más independencia y menos contacto, aunque reconozco que tanto roce puede producir chispas. Ni una es mejor ni otra es peor, simplemente no son la misma idea. eme no lo sabía, no conocía esta extraña forma de asociarse y, hasta que lo vivió en primera persona, me miraba un tanto extrañada cuando le contaba cómo solíamos comer fuera de casa, todos juntos, los fines de semana. Luego creo que hasta le llegó a gustar un poco. Hoy en día ya es miembro de pleno derecho de la tribu, creo que con más voz y voto que yo mismo y esa es una idea que me encanta. Uno no ingresa en una tribu sólo por pasar unos días al año viviendo con ellos. Hay que integrarse, ganarse respetos y, finalmente, conseguir ser tratado como uno más, como un igual. A ella le bastaron diez minutos para sortear todas las miradas, para derrotar suspicacias, para salir airosa.
eme y yo nos casaremos el próximo diez de setiembre, en Gijón, huyendo del calor y buscando la mar. Será algo tranquilo, sin alardes ni aspavientos y, por supuesto, mi tribu y su familia estará allí, junto con un puñado de buenos amigos de los que no hay forma de olvidarse ni que nos olviden. Al final nos reuniremos casi medio centenar de personas para brindar por una cabezonería que tuve hace años: le aposté a eme que lo nuestro sí tenía un futuro. De momento, voy ganando.
11 ideas sobre “sin alardes ni aspavientos”
Enhorabuena a los dos. Disfrutar muchísimo de ese día y celebrarlo por todo lo alto que la ocasión y las personas lo merecen!!!!.
Aunque nos veremos ese día no puedo mas que darte la enhorabuena tanto por lo evidente como por este maldito texto que casi me hace soltar una lagrimilla. Besines
Dani, ¡muchas gracias! Ya te enviaré las fotos de la gente con la corbata en la cabeza 🙂
Eimbrous, desde que cuidas a Oliver te has ablandado. Espero que tengas fuelle para brindar un par veces :).
Hacía tiempo que estaba intentando escribir sobre esto y creo que le he cogido el mejor punto de vista. Me álegro de que guste.
Abrazos…
Solo puedo decir que me alegro de haber estado allí en su momento y que me alegraré aún más el día 10 🙂
Enhorabuena a los dos! Disfrutad mucho de ese día y no escatimeis en detalles, que luego los recordaréis felizmente.
guaje, la mitad de la culpa es tuya. La cabezonería fue mía pero la motivación para llevarla a cabo, tuya. Te debo una, y bien grande…
Caldo, ya sabes que en esto de las bodas, el nivel de detalle que se puede alcanzar tiende a infinito. Mejor mantener la calma. 🙂 ¡Muchas gracias!
Albricias y congratulaciones. Que seais muy felices y que la boda os salga bien y sea recordada por vuestros amigos y familiares.
¡Gracias Javi! Se suelen recordar más las bodas problemáticas :D. Intentaremos que la nuestra sea normalita…
Por dios No le dejeis conducir desde el enlace al convite 😉
Cómo matriarca de la tribu, os felicito de todo corazón, lo hice antes personalmente, pero en este texto maravilloso, cómo tantos otros, y que yo echaba mucho de menos, hace mucho que no hago comentarios, pues al cambiar tú la página, no encontraba dónde podia comentar, con lo que a mí me gusta. ¡¡¡Muchas felicidades a los dos¡¡¡ Besinos.
si algo tiene esta tribu son matriarcas ;). A ver si vuelvo a coger el ritmo para escribir cosas en las que quieras dejar comentarios.
besinos