Tanto tiempo hablando con emprendedores, asesorando empresas acerca de las maravillas del comercio electrónico y, tiene huevos, mi primera venta por internet fueron un par de memorias RAM por quince euros. No es mucho, lo sé, pero se han forjado imperios comerciales empezando desde más abajo y todavía mantengo cierta entereza, cierta esperanza de que puedo ser el siguiente.
La parte más ardua del proceso es un asistente de eBay en donde tienes que describir el producto, categorizarlo y alabar su calidad, entre otros. Después, tras una breve búsqueda para saber cómo está el mercado de los componentes de ocasión, se fija el precio y se pone a la venta. He de reconocer que tuve que publicar el anuncio dos semanas con el correspondiente ajuste del precio pero, lo que no me esperaba es que el comprador viviese unas calles más allá de mí. Con lo ancha que es la red, he terminado entregando la mercancía en mano.
Al final, me he quitado de encima unos trastos que no iban a hacer sino estorbar y he empezado a juntar dinero para el relevo de coyote.
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Una idea sobre “vendiendo en internet”
Por algo se empieza como bien dices, pero tienes muchas virtudes, pero el comercial, me parece que no. De todos modos, quitar trastos de casa aunque sea solo a cambio de unos euros merece la pena, el dar el relevo al viejo ordenador, a eurito, eurito, lo tienes difícil, ya tendrás que aflojar la pasta. besos.