Afuera los rayos sesgan el cielo oscuro y húmedo, cargado de lluvia y yo sólo soy capaz de echar en falta a eme, sus ojos verdes y sus recovecos, los pliegues de la piel. Ochocientos kilómetros son demasiados para recorrelos con la cabeza, en un interminable plano aéreo desde el […]