Estos días estoy cansado, arrastro los pies y no tengo ganas de hacer practicamente nada. No creo que sea grave, simplemente estoy pagando la factura por dormir menos de lo que debiera, pillarme algún que otro rebote en el trabajo y, sobre todo, por mi desorganizada vida sin eme. Parece mentira pero eme es mucho más que compañera, amiga y confidente. Es el orden y la coherencia, la voz de Pepito Grillo en mi cabeza, evita mis paranoias y calma mis miedos y en estos días sin ella, el caos reina.
Tampoco estoy muy lúcido para escribir y airear mis miserias. Por una vez, seré breve.
apatía, cansancio, pepito grillo