No, no voy a hablar sobre la película (que, por cierto, he visto y me ha gustado), sino sobre el anuncio de El Lobo, el que vuelve a casa por Navidad. Y es que, una de las ventajas de ser un emigrante es que, de vez en cuando, vuelves por […]
diego
No hay nada más estimulante que llegar después del puente y ver que al weblog lo está comiendo vivo un spammer :(. Después de borrar una miriada de comentarios xenófobos y estúpidos de un casino, me he visto forzado a desactivar los comentarios hasta que encuentre una solución. Espero que […]
La Navidad (así, con mayúsculas), ha vuelto. Y digo vuelto porque nunca se termina, porque no hay manera de quitársela de encima, sacudiéndosela como una chaqueta. Siempre he pensado que hay alguien empeñado en conseguir que tengamos fresco en la memoria, aunque sea agosto, el sabor de un polvorón o […]
Al día de hoy le han asignado esa «celebración». También hoy se ha conocido que los jovenes europeos tienen el doble de posibilidades de contraer el VIH que hace ocho años y todavía colea las declaraciones de los obispos… ¡Porca miseria!
Es curioso, el otro día viendo El Lobo, le comentaba a eme que sentía cierta nostalgia de la manera de llover y ella me miraba con cara de asombro. Allá, donde todo es verde, llueve de muchas formas y aquí, donde todo es amarillo, llueve casi siempre igual. Yo estaba […]
Acabo de modificar la hoja de estilos de éste, nuestro weblog, para adaptarla a los colores de la web raíz (homesite, página principal, índice o como quiera que se diga). A mí, por lo menos, me gustan más que los anteriores. Además, he puesto un botón en el menú para […]
Parece una verdadera chorrada, pero soy alérgico a todo lo que tenga que ver con los ojos. No soy capaz de tocarlos, de ver como alguien se toca la superficie de un ojo con un dedo, de ver esa famosa escena de Buñuel en que se acerca una navaja de […]
Hoy, a las 8 y 24 minutos, se paró mi reloj mientras consultaba la hora. De repente, sin más, el segundero no avanzó hasta el 13 y se quedó quieto. Es una sensación extraña y, dormido como estaba, no alcanzaba a saber que significaba. Ahora lo sé: absolutamente nada.