Lo admito, soy carne de CPD, ese entorno hostil y aséptico que no está pensado para personas sino para máquinas, esas salas a temperatura constante de dieciocho grados, sitios donde el aire acondicionado sale del suelo, lugares donde el ruido es una constante y tan sordo y alto que evita que puedas pensar y que te acuna, que te mecería hasta aletargarte sino fuera por el frio y la luz blanca de los fluorescentes que, está comprobado, no pone moreno ni a tiros.
Me gusta ver las largas filas de armarios llenos de led verdes y azules (el rojo o el ámbar no son buenos colores para la electrónica), los haces de cables colgando, los firewalls altos como conjuntos de lavadora y secadora expuestos en algún centro comercial pero, sobre todo, me gusta la sensación de soledad y frio, porque creo que es lo más parecido que he encontrado a una tormenta de hielo y nieve en un día de sol.
cpd, centro de proceso de datos, hardware
9 ideas sobre “carne de CPD”
Lo tuyo es grave, muy grave.
A ti lo que te gusta ye jugar al latiguillo ruso y lo demás son chorradas 😉
me has pillado, mi verdadera afición es el mareo constante a usuarios de muy diverso pelaje :).
A mi solo me gustan los CPD en verano. Si no fuera por el ruido, trabajaría alli sin que nadie me diera el coñazo con chorradas. 18 grados es la temperatura de confort para moi
es la mejor época para disfrutar de los CDP y por el ruido no te preocupes, la iPod a toda mecha con algo de Mozart y ¡listo! 😀
PD si, tengo una iPod y estoy encantado, ¡¡que pasa!!
A mi me gusta entrar en los CPD con un cortauñas y cara de loco y gritar….
¡estoy loco!
o me pagais las horas extras o……..
¡mato a un gatito!
¿Sólo con un cortauñas? Como no te lleves una cizalla… Aunque, en mi modesta experiencia, con un simple vaso de agua haces más daño 😀
Acabo de releer tu post, Solo y tengo una duda: ¿en tu mundo/trabajo te pagan las horas extras? ¡¡¡Quiero uno así!!!
Me encanta tu delicada ironía 🙂