Al final fuimos. Llevaba toda la semana amenazando lluvia y hasta dos días antes no daba ninguna esperanza pero, ese mismo día mis fuentes meteorológicas decían que habría tregua y en el cielo lucía un sol entre nubes.
En esta ocasión hubo dos bajas de última hora (ellos ya saben quienes son y su escarnio es público :)) y un par de nuevos participantes y, junto con las recomendaciones de última hora, el paraguas y el trípode, nos encaminamos hacia Proserpina.
La idea de esta edición era dejarnos envolver por el atardecer y fotografiar la hora azul y ya había designado un punto, en el extremo opuesto a la presa romana para que el sol se pusiera frente a nosotros, al otro lado del embalse. Pero, cuando alcanzamos ese punto todavía faltaba bastante para el atardecer y, además, no había espacio para todos ni una buena orientación hacia el oeste. Así que seguimos caminando hasta unos metros más adelante donde establecimos el campamento base.
Aún y así tuvimos que esperar unos veinte minutos mientras veíamos como una gran masa de nubes venían directamente hacia nosotros, con muy malas intenciones. La parte buena es que desde siempre me ha gustado fotografiar nubes y más cuando está atardeciendo, con tantos cambios de color.
La parte mala, obviamente, es que la tormenta se estaba acercando más rápido de lo esperado. El atardecer estaba previsto a las 21:21 de esa tarde y, como no, a esa hora llegaron puntuales las primeras gotas. Recogimos el equipo a toda prisa y nos pertrechamos lo mejor posible para la media hora de caminata que teníamos por delante, mientras algunos disparábamos las últimas fotos con las cámaras secundarias o los móviles.
¿Qué puedo decir de la vuelta? Que fue a toda prisa, que no encontramos refugio hasta llegar a los coches (y eso es un fallo en la planificación por mi parte, lo admito), que la tormenta cayó sobre nosotros unos pasos más allá de donde habíamos estado sacando fotos y que duró media hora, diez minutos más que la lluvia torrencial. Si alguien hubiese sacado una foto al final, apuesto a que parecería que acabábamos de salir del embalse tras darnos un baño con la ropa puesta.
Inconvenientes aparte, la experiencia resulto enriquecedora como siempre e incluso divertida. No hay nada como aprender a nada en seco para echarse unas risas.
Como viene siendo costumbre, pongo aquí una animación con las (pocas) fotos que tomé ese día.
La colección completa se puede ver en este grupo de flickr: V Photowalk Mérida.
También hemos creado un grupo en google+ donde dejar todas las fotos, comentarios, etcétera: Photowalk Mérida.
Bonus: las fotos que sacamos durante el evento, subidas a twitter y comentadas.
Bonus 2: las fotos que saqué con el móvil.
2 ideas sobre “fotografías — V Photowalk Mérida, Proserpina’s edition”
Como ya he comentado por ahí, la idea me pareció muy buena y más después de haber visto tan de cerca las posibilidades que ofrece. Habrá que volver a intentarlo en otra ocasión… aunque nieve.
¡Ah! no (te) pongas pegas a la organización. La idea era pasear y hace fotos. Lo de llevar el coche hasta el mismo sitio donde hacemos las fotos se queda para los cobardes.
una cosa te digo: con nieve hubiese sido más divertido y menos mojado :D. Y sí, habrá que volver a intentarlo, probablemente a mediados de junio. Sería el «V 1/2 photowalk». Es importante no perder la numeración…
Y tienes razón, dejar los coches justo al lado, por si acaso, es de cobardes. Total, después de los diez primeros minutos ya estábamos empapados.
Sigo esperando por tus fotos…