Hace un par de meses, tomando algo, Manso me comentó que llevaba un tiempo dándole vueltas a la posibilidad de escribir un libro. Nos pasamos la siguiente cerveza y media hablando de las ventajas de la autopublicación, del esfuerzo y el tiempo que conlleva y de donde se puede sacar y del placer que da acariciar el lomo y leer una página al azar, una vez lo tienes en tus manos. Pensamientos en voz alta de un par de fetichistas de los libros quienes, por supuesto, no mencionaron el tema para no gafarlo.
El viernes pasado me crucé con él yendo en coche y, en medio de un paso de peatones me gritó que ya no le quedaba prácticamente nada para terminarlo. Más tarde, con calma y sin coches pitando, me comentó llevaba buen ritmo y calculaba finalizarlo en breve. Después, lo arduo, las correcciones, las revisiones y la lectura, una y otra vez, de todo el manuscrito como si no lo hubieses escrito tú.
Ayer por la tarde me encontré con el aviso oficial de que ya lo había terminado.
Acabo de terminar mi primer libro, es una experiencia alucinante, 100% recomendable. Se llama «La Sonrisa de los Tristes». Ya os contaré.— ALBERTO MANSO (@amanso3) July 6, 2014
Reconozco que me gusta el título, me encanta y espero leerlo pronto. Mientras tanto, espero que nos juntemos en breve para tener la imagen completa, el relato de cómo fue la experiencia.
La foto es de Neil Moralee y se titula «A good book».