¡por fin alguien ha leido este diario! una amiga a la que ya he hecho mención me dijo hace un par de días que si, que ha leido estas frases y que se ha sentido un poquito mejor, una pizca de nada, pero mejor.
¡con lo que me ha costado abrir este weblog! desde siempre me ha gustado escribir y darle vueltas a un pedazo de papel con un lápiz, describir y destrozar escribiendo. pero nunca me he podido quitar el complejo de
escritor, el miedo a ser leido. en mi caso, pienso que no es por miedo a no gustar (ya no gusto a mucha gente y no me importa; no se puede caer bien siempre), sino por la extraña sensación que me invade y la impresión de estar enseñando algo demasiado íntimo. la relación que yo he establecido con ciertos autores y con ciertos libros me induce a pensar que, cuando alguien lee algo que he escrito, está accediendo, directamente, a la zona gris y oscura del cerebro.
enfrentarse, siempre enfrentarse. es la máxima para superar los miedos y, muy poco a poco, uno va cediendo y deja que ciertas personas de confianza lean, analicen y critiquen un puñado de relatos breves y tontos. algunos comentarios se aceptan, otros se discuten, muchos se aclaran (por mucho que uno quiera, sigue estando en pañales en el noble arte de juntar palabras) y otros, los que menos, se niegan y maldicen. aunque no tenga mucha idea, me sobra el orgullo.
de momento y gracias estas líneas que nadie lee (afortunadamente), puedo mantener mis miedos y mis deseos en un equilibrio perfecto.