Al principio de mi vida en Internet, cuando me plantee tener un dominio propio, una web y meterlo todo en aquella inmensa coctelera que fue indo, únicamente me preocupaba de mantener el sistema en pie y de tenerlo más o menos actualizado para evitar otro ataque de aburrimiento por parte de algún rumano ocioso. Podría decirse que el planteamiento era sencillo: tenía un servidor, tenía un dominio y tenía una página web en la que escribía mis tonterías.
Hace algunos días volví a pasar por una web conocida aunque olvidada, archive.org y, como no, me invadió la nostalgia. Reconozco que, por aquella época, me gustaban las páginas web simples, ligeras, con texto y, a lo sumo, una o dos imágenes pequeñas que no hiciesen de la carga una aventura. Sin embargo, al repasar las distintas caras que había tenido n1mh.org, me quedé a cuadros al ver que había hecho ¡una página del manual de linux!