Doce años son muchos, sobre todo si tiene que ver con internet. Y doce años son los que llevo aporreando el teclado (el mismo, el torcido) para dejar historias en este blog. Algunas son mejores, muchas son citas y sólo en un puñado me permito dejar cachitos míos desperdigados. En […]
n1mh.org
Este blog y algunos otros que están bajo mi cuidado se mudan. Abandonamos el hosting compartido al que llamamos $HOME desde principios de 2005 por un nuevo, flamante y virtual servidor privado (VPS). Así que, aprovechando la mudanza, he puesto un poco de orden y cambiado algunas cosas que tenía […]
El feed RSS ya está, de nuevo, activo. Tras instalar wordpress media docena de veces desde cero, pasar configuraciones, temas y plugins y comprobar, desesperado, que el RSS seguía mostrando una página en blanco, ayer se me ocurrió desactivar todos los plugins y ver qué sucedía. Y sucedió que funcionó […]
El sueño del mono loco, como blog, cumple hoy nueve años desde que publiqué, allá por 2004, la primera entrada contando mi búsqueda de piso por Mérida. Y digo del blog porque el dominio, n1mh, ya ha cumplido la década, primero bajo el amparo de las compañías debido a un […]
Han pasado ya ocho años desde aquella primera entrada y todavía no termino de creer que, a pesar de todo, siga escribiendo aquí (los ritmos son un problema, lo sé) y, lo mejor es que no tengo intención de parar. En este tiempo, 8 años, 96 meses y más de […]
Mil cuatrocientas entradas que ya no son, que son una más, en un blog que lleva activo desde 2004. Así, a bote pronto, me salen doscientas treinta y tres coma algo por año, es decir, algo más de media entrada al día. No está mal, supongo. Como nunca me acuerdo […]
La primera entrada de este blog data del 11 de mayo de 2004, hace ahora exactamente seis años. Por aquel entonces hacía más de un año que tenía algo parecido a un hosting donde alojar mi web pero, no sé porqué, recurrí a blogspot para crear mi bitácora. Eran lo […]
Quien no tiene memoria, se hace una de papel. Gabriel García Márquez Soy un tanto despistado, las cosas como son. De jovenzuelo (lo sigo siendo, sólo que el envoltorio cada día está más ajado) llevaba una agenda con todas las tareas del día, las fiestas y los cumpleaños. Ya en […]