Hace unos años, cuando me cambié de provincia, me traje a mi hermano menor unos días a Badajoz, en pleno agosto y con más de cuarenta y cinco grados de media diaria. Fueron días intensos para ambos en los que él aprovechó para perderse literalmente por la ciudad, llamar a eme y, cual GPS, pedirle su localización exacta. él sí pudo usar la piscina que yo dejé practicamente intacta y sí pudo conocer, de primera mano, la vida de estudiante con posibles. Yo, por el contrario, le hice más bien poco caso, ocupado como estaba con mi nueva vida, mi nuevo trabajo y mi recién adquirido estatus de jefecillo con ínfulas. Aquella experiencia terminó al quinto día, de mañana, cuando el hermanín decidió que era el momento de volver al norte, al pie del Cantábrico. El calor opresivo, viscoso de Badajoz aquel verano y una reunión de comunidad decidió por ambos y, a media mañana, le vi partir en un autobús hacía casa. Esa misma noche, por teléfono, me juro y perjuró que nunca, bajo ningún concepto, volvería a embarcarse en un autobús si el trayecto superaba la hora y media. Jamás.
Esta tarde, mi padre y el hermanín cogerán un autobús desde Gijón que los dejará, diez horas después y a las tantas de la madrugada, en mitad de Mérida. Mañana sábado, a eso del medio día y ya recuperados del viaje, le regalaré mi coche a mi hermano, con el que volverán a Gijón el domingo. Todo un rally por etapas, entre Gijón y Mérida, en poco más de dos días. A mí personalmente, leoncio (así se llama el coche), me sigue pareciendo un buen motivo para romper una promesa tan radical como la suya y para hacerlo, ¡cómo no!, con nervios y sonrisas, como si hoy, dieciocho de enero, fuese en realidad la mañana de Reyes.
7 ideas sobre “un buen motivo”
sin duda, para tu hermano mañana será el día de Reyes, pero no los reyes de un treintaañero, los de un niño de seis años con toda la fantasia, ilusión y ganas. Yo creo que está más ilusionado que Fernando Alonso con su nuevo Renault. Por eso, hoy subirá a el Alsa y no le supondrá ningún esfuerzo, cuando hay ilusión, todo se vuelve fácil.Espero que el disfrute con suerte del coche. Besos.
Tenemos un acuerdo para que lo cuide y espero que lo cumpla… Verás el numerito que monto para darle las llaves :P.
no seas mal hermano, sabes que el te aguanta todo y un poco más, siempre espera con la sonrisa a ver por dónde sales, y es capaz de aguantar cuaquier cosa, que no consiente a nadie, no te pases. Besos.
Es curioso, pero eso de aguantar «las cosas de Diego con agrado, no solo lo hace su hermano, aquí en Mérida hay otros que gustosamente lo hacemos.
Por cierto «mamá», tenemos pendiente un plato de fabada cuando vaya a Asturias, no se le vaya a olvidar.
Estoy empezando a pensar en borrarte los comentarios, Damocles ;).
Mamá, con espectáculo me refería a una despedida con banda de música y lágrimas sentidas. Ni se me pasó por la cabeza jugarme el tipo, haciendo de rabiar al hermanín con un tema tan delicado.
Damocles, dos pequeños detalles:
1.- si quieres saber lo que es aguantarme, habla con eme, que ella ya tiene ganado éste cielo y plaza en otros dos paraísos donde a mí me han vetado la entrada.
2.- de mamá, nada. Señora madre de n1mh, como poco. 😀
Besos
Verás que puntazo cuando llegue tu hermano y le digas: no, lo del coche no era por reyes, sino por el 28 de diciembre ¡Inocente! jajajaja
Damocles, sabes que cuando quieras tienes aquí una suculenta fabada, solo tienes que avisar dos dias antes. Por cierto, que dicen que me sale muy buena. Sigue pendiente cuando vengas, no caduca. Me puedes llamar mama, me gusta más que Señora madre de …Saludos