Alguien me decía hace tiempo que los días borrosos son aquellos que, sin ser malos del todo, no son buenos. Son como tener una nube negra sobre tu cabeza un día de sol brillante, por eso son borrosos, poco nítidos, extraños.
Y hoy he tenido un día borroso, un día estresante y raro, largo como una carretera de noche y acabo de volver de correr veinte minutos, alumbrado por una inmensa luna blanca y llena, junto a un precioso teatro romano. Permanecer sentado ocho horas diarias aporreando un teclado ergonómico no está considerado como deporte, por lo que intento moverme de vez en cuando para evitar atrofias.
Tengo la impresión de que cuanto más duro es el día, más necesito moverme, salir de casa, desconectar y separarme un rato (no mucho) de las teclas y los ratones con panzas láser. Hoy, para correr, ni tan siquiera llevé la ipod, quizá porque no quería que las canciones me impusieran un ritmo, me condicionasen y me alterasen el trote. Así que partí tarareando una melodía de los ochenta y varié el recorrido de siempre, me fuí rodeando el teatro romano y saliendo a la puerta de la villa.
Lo bueno de los días borrosos es que, por muy difíciles que sean, terminan más o menos bien y puedes irte a dormir con el cerebro en blanco, caer dormido sin pensar ni esperar.
dia borroso
4 ideas sobre “un día borroso”
Oye, colegui,
no se te olvide lo del cable. Claro que si vienes a comer con nosotros te será difícil traerlo hoy.
Si no el lunes y ya está.
Gracias, macho!
Lolo.
Mejor que dias borrosos, espero que sean momentos borrosos, si por razones de trabajo tuviste así ese espacio de tiempo, siempre al salir a comer, si fué una mañana complicada, intentar romper esa rutina y hablar con los compañeros, de otras cosas, o pasear un rato solo, por eso el correr te viene bien, hay que intentar no dar vueltas continuas a los problemas, aparcarlos. Esta es la teórica en la práctica, es mas difícil, yo lo sigo intentanto cada día. Besos.
Quiza la palabra borroso induce a error. No fue un mal día, sino un día con tensión y bajo una cierta presión, con plazos imposibles y concentración. Los días así son necesarios cada cierto tiempo, como los exámenes en el colegio, para no relajarse en exceso y para poner a prueba lo que sabemos.
Tenía que montar un equipo completo para que se enviase a un proveedor y debía hacerlo en cuatro horas. Ese equipo, más tarde, se clonaría en dos mil equipos más, por lo que los errores se multiplican por la misma cantidad y hay que ser cuidadoso. Pero tiene su encanto: te concentras en lo que tienes que hacer, tecleas cuatro veces más rápido, puedes hacer cinco cosas a la vez, hablas más despacio de lo que piensas y lías a los compis al mezclar temas :D. Al final, llegó la tarde y ni me había enterado, de lo absorto que andaba.
Y sí, lo de no darle demasiadas vueltas a los problemas es una buena solución, yo la aplico. Jota siempre dice ‘los problemas, de uno en uno’ y también es una buena idea. Cuando vengan, se resuelven; hasta entonces, ¡aire!
besos
mmm….Apenas son las 9:00am y siento que mi día comenzo borroso, ojala mejore…
Muy buen post, encontraste la manera clara de explicar los dias «masomenos», y se entiende mejor… Espero que este día mejore para el atardecer… 😐