Dieciseis años escribiendo en El sueño del mono loco, en el mono loco según algunos amigos. Este año no voy a hacer la típica entrada donde recopilas el número total de entradas, el número de comentarios ni ninguna otra estadística más destinada a acariciar el ego que a otra cosa.
Con el paso de los años este blog ha servido a diferentes propósitos. Cuando lo empecé, en 2004, era mi diario compartido, el sitio donde iba contándole a la familia y amigos que había dejado en Gijón cómo lo estaba llevando en Extremadura. Aquí escribía sobre el choque cultural que me suposo el cambio de provincia, las cosas que no me gustaban y también las que me gustaban (eran menos). Era una vía de escape y una forma de dejar constancia de las vivencias.
Más adelante empecé a usarlo como almacén de información importante y escribía sobre lo que hacía en el trabajo o en mis ratos libres pero siempre estaba relacionado con la informática, linux y los ordenadores en general. Solía comenzar los textos con una advertencia para mi madre diciéndole que se lo saltase, que era otra historia de esas de informática.
Unos años después, con la llegada de debianhackers y el auge de twitter, facebook y demás redes sociales apenas escribía aquí. Había dejado de contar mis aventuras en otro lugar porque ya no tenía nada nuevo que contar y porque lo hacía en otros canales. La gente empezó (y yo con ellos) a hacer microblogging, es decir a escribir tuits de 140 caracteres en vez de artículos de 300 palabras y los blogs, no sólo este, se resintieron.
La última época, esta, es en la que he vuelto a escribir aunque no tanto como al principio, pero esta vez no retrato mi vida sino que es más íntimo, los textos son más largos y más personales. El microblogging está bien pero esta es mi casa digital y siempre vuelvo aquí.
Hace unos años, en una entrada de cumpleaños como esta durante la época en que apenas escribía me preguntaba si dejaría de hacerlo, dejaría de escribir aquí e, incluso entonces, la respuesta era no. Ahora he vuelto a recuperar el placer de la escritura y, poco a poco, seguiré dando guerra junto al mono loco.
¡Feliz cumpleaños, compañero!
Una idea sobre “10000, 0x20, 16”
Y aquí seguimos los colegas 16 años después a los pies del «sueño del mono loco».
Cuando comenzaste este blog aún no habíamos tirado muchos tiros… Ahora por suerte, para lo bueno y para lo malo hemos tirado unos cuantos más y unos cuentos pudimos hacerlo juntos 😃, al fin y al cabo de eso va la vida no? De dar tiros.
Ahora ya nos empiezan a asomar las canas y se va notando alguna que otra abolladura en el chasis, incluso algún pequeño ruido en el motor y es una putada porque por dentro seguimos siendo esos guajes que hace ya más de 20 años nos cruzabamos cada semana está piel de toro y nos hacíamos 200 kilómetros para ir a cenar y contarnos las aventuras del día.
Resumiendo, tu sigue con este sueño otros 16 años y yo seguiré haciendo algún comentario ñoño en cada aniversario.
Un abrazo amigo