Cumplir treinta y cinco años y sentir cómo te echan de la categoría «joven» merece un premio de consolación a la altura. Este año, eme no ha querido complicarse y, directa y sencillamente, me ha pregunta ¿y tú qué quieres? Quizá está escarmentada de un par de libros, regalos también, que ya había leído y que pasaron a ocupar el sitio contiguo al de sus iguales en la estantería.
Mi respuesta fue también sencilla y directa: una focal fija de cincuenta milímetros. ¿El qué? Un objetivo para la cámara de fotos. ¡Ah! ¿Y por qué no has dicho eso?
Así que la misma noche del cumpleaños, buceamos un rato por ebay y lo compramos en un tienda de aquí al lado, de Hong Kong. Doce días después recibí un paquete con caracteres extraños en la etiqueta. Luego, en casa, ya se encargó eme de cantarme el cumpleaños feliz y tirarme de las orejas.
Con este juguete, los retratos, primeros planos con poca luz y los juegos en el parque al atardecer saldrán de lujo. ¡Cómo si supiese usarlo de verdad! Familia, sobrino… ¡preparaos!
6 ideas sobre “el regalo de eme”
Esa escena me suena de haberla vivido años atras, cada día te pareces más a papá, y también Eme se dió cuenta de qué merece la pena preguntar que regalar y no acertar. Bueno, seguro que lo disfrutaras mucho, y harás fotos chulas sobre todo a Néstor. Besinos.
🙂
os voy a hacer un book a cada uno.
besinos
Tu sobrino esta impaciente, esperando q vengas a verlo con ese pedazo de obejetivo, total siempre sale guapo, lo unico es q a veces sale un poco movido, el tito q es muy lento.
¿no será que el guaje se mueve más rápido que la luz? 🙂
Como mola el pequeñin este… aún me acuerdo cuando me lo compré.. que diferencia con el pisapapeles de aquel entonces.
Disfrutalo!!!!
de momento, estoy encantado :D. Es mucho más luminoso y una vuelta a los orígenes, a moverse cámara en mano, buscando el mejor escenario.