Imagino los problemas que tuvo mi editor al redactar la solapa del primer libro que me publicó. A diferencia de mis colegas verdaderamente notables, no poseo títulos, jamás he ganado un premio y ni siquiera puedo presumir de una personalidad deformada por cualquier enfermedad venérea. Le aconsejé que alargase la foto e incluyese la matrícula de mi coche, la minuta del divorcio y una mancha que diese la falsa impresión de ocultar algo verdaderamente interesante.
José Luis Alvite en Solapa de libro.
3 ideas sobre “falsas impresiones”
AMEN
«Falsas impresiones» es cuando te sale mal un documento por la impresora, ¿no?
jejeje
Caldo, simpático, deberías saber que los chistes sobre esos artefactos del demoño no están muy bien vistos en este blog. Pero creo que no, que una falsa impresión es cuando te pasas treinta y cinco minutos esperando por una página con cuatro párrafos mal escritos, hasta que alguien te dice que lo que estás esperando ha salido por la impresora que hay en recepción, cuatro plantas más arriba. 😛