El correo en la lista de Debian tiene un título sencillo pero que deja (o dejó) marca en aquellos que intentamos incluir ambos sistemas operativos bajo la misma carcasa. Debian with Vista. Simple, sencillo, directo… imposible.
La primera respuesta, en la frente (la traducción es, una vez más, mía):
I give up. Strawberries with ketchup? Anchovies with peanut butter?
Yo lo abandoné. ¿Fresas con ketchup? ¿Anchoas con mantequilla de cacahuete?
Llevo años integrando Debian en las más variopintas máquinas, con los más extraños sistemas operativos y el lío que hay que montar con el último retoño de Microsoft es, a todas luces, excesivo. La última vez y para evitar perder demasiado tiempo, limpié el disco duro, instalé el sistema operativo de nuevo y finalicé con Debian. Gracias a ello, perdí la garantía de Vista pero gané semana y pico de dolores de cabeza.
Lo dicho, para quien lo quiera. Yo me quedo con las anchoas en mantequilla de cacahuete.