Hacía tiempo que no escribía nada acerca de un libro y, ¡que demonios!, este es tan buen momento como cualquier otro.
Por fin he terminado La noche del oráculo, de Paul Auster. Había leido entrevistas y referencias a este escritor, huidizo y esquivo, que basa la mayor parte de sus escritos en la suerte y el azar y había sentido una gran curiosidad de saber cómo se hace, cómo se articula una novela tras otra, teniendo como hilo conductor el mismo patrón. Y no me hará falta leer mucho más de Auster porque en esta novela hace precisamente eso, fija un elemento principal, en este caso la suerte, la casualidad y el destino que llevan a alguien a no morir en un accidente por escasos centímetros y el cambio brutal que sufre a causa de ello. Es, básicamente, una novela que habla de un novelista que escribe una novela que tiene como hilo conductor otra novela y, por muy estrafalario que parezca, el libro se sigue con relativa soltura y el final, como todo el libro, no resulta excesivamente obvio. Y digo esto porque el libro no está dividido en capítulos ni tiene signo alguno de separación entre actos o ideas, simplemente es un texto que fluye, contado probablemente por Sydney Orr, el protagonista, una década después de que sucediesen los hechos. También cuenta con notas al pie, profusas y detalladas, explicando y ampliando ciertas frases, añadiendo historia a los personajes y desvelando tramas previas en el tiempo, que dan una idea de punto y aparte, de hipervínculo al que acudir para completar el perfil de los personajes o las situaciones que aparecen.
Aún y así, me ha gustado la novela, me ha parecido interesante y bien llevada, aunque creo que leeré más del autor para asegurarme :). También debo decir que he leido más opiniones negativas que positivas por ahí.
la noche del oráculo, oracle’s night, paul auster