Los gimnasios están en la lista de lugares en los que los profanos nos sentimos mal, extraños en un mundo ajeno, cálido, brillante por el sudor y con el rancio del esfuerzo físico. También te sientes pequeño, desvalido, ante tanto fortachón bien pagado de sí mismo. Son, en definitiva, un mundillo al que no había querido ingresar, hasta ayer.
Ayer, eme y yo hicimos nuestra entrada triunfal en el gimnasio cercano a nuestra casa, como un par de colegiales en una clase llena de repetidores. Me imagino que, la parte más divertida de trabajar en uno de estos microclimas, es ver entrar a un par de novatos como nosotros. No podía dejar de pensar en aquella escena de Prison Break donde llega un cargamento de «peces» y los más veteranos se los rifan.
Contra todo pronóstico, nuestro primer día de deporte y vida sana no ha tenido excesivos efectos secundarios y ambos hemos podido venir a trabajar hoy.
gimnasio, deporte, vida sana
8 ideas sobre “la rifa”
Aiiinnnnssss, que dejé de ir en Noviembre y todavía no he vuelto. Cuesta empezar pero una vez estás puesto…
Acabo de volver de mi segundo día en el gimnasio. Cuesta empezar, estés puesto o no. 🙂
Más que costar, duele…
¡Que divertidas son las agujetas después de haber estado meses enteros sin hacer nada de nada! Lo peor es cuando te hacen reir con agujetas en las abdominales o cuando recien levantado de la cama te pones de pie y sientes, agonizantes, todos los músculos de las piernas…
para sentir los músculos esos que comentas… hace falta sentir algo por debajo del ombligo, ¿verdad? No creo que sea el caso. 😛
Tienes ya tu toallita de mano y tu botella de agua ?, jajajaj, tengo un amigo que trabaja en un gimnasio y cada vez que voy a hacerle una visita salgo me reafirmo en mi idea de no apuntarme jamás a uno de ellos.
yo era de esos que renegaban, pero los michelines y la vida sedentaria me obligaron a cambiar de idea.
Hace unos años, una banda de graciosos me regaló una toalla, unos guantes y una faja para el gimnasio, aunque no iba. Lo llamaron el kit del gimnasio y, la verdad, no sé donde carajo anda.
Eso sí, ponerse unos guantes en un gimnasio, en la provincia de Badajoz, en agosto, debería estar penado.
No dejeis de ir al gimnasio por las agujetas pues eso pasa en unos dias,y despeja la mente ,si podeis ir como minimo dos dias por semana y no os arrepentireis ,lo digo por experiencia propia a mi me hizo mucho bien en momentos muy chungos para mi.Güelita.
Hola Diego!
Me hizo gracia leer esto que escribes, porque yo justo hoy estoy muy muy malita. La enfermedad se llama «agujetosis», qué cosa!!
Pués nada, que resulta, que después del problema con mi pie, no me había movido na de na. Si tenía que ir a comprar me llevaban en coche, si tenía que ir a sacar dinero, también, si tenía que quedar con alguien, quedaba en el café que está en la esquina de mi calle (te suena, no?),….
Y como el pie ya está bien, el miércoles, empecé un curso de gimnasia coreana y ahora casi no puedo moverme. Ayyy, como duele al agacharse y las escaleras, eso sí que es mortal!