No me gustan las listas de año nuevo, esas en las que uno (o una) escribe y pormenoriza todo aquello que quiere realizar durante el año que comienza. Básicamente no me gustan porque se circunscriben a un sólo año (al siguiente haces otra, con diferentes palabras, pero las mismas intenciones) y porque son muy pocas las cosas que realmente se llegan a hacer. Estas listas incluyen cosas como dejar de fumar, ser mejor persona y leer más libros, acciones que están condenadas a la ignominia según nace el año.
Yo, como friki que soy, prefiero las listas de pendientes (TODO, en inglés), listas de cosas por hacer que forzosamente tienes que solucionar, que suelen (o suelo) llevar a cabo y, sobre todo, que no caducan con el tiempo. Mi lista es muy amplia y abarca varios temas, trabajo, viajes y, como no, eme.
Aquí va un extracto:
- volver a Londres, pero esta vez con eme.
- comer sushi.
- leer Guerra y paz, de Tolstoi, que languidece en la estantería.
- aprender algún lenguaje de programación serio (perl, python) y dejar de lado al bash.
- sonreir más.
- squash, tenis, fútbol, lo que sea, pero que sea deporte.
- hacer funcionar la palm con linux, mediante infrarrojos.