Durante el fin de semana pasado, aproveché que en Gijón el precio de la memoria RAM está considerablemente más barata (unos 15 euros el gigabyte) y le dí más potencia al portátil. En total, coyote ahora cuenta con 1 GB de memoria RAM, porque ninguno de los bloques de 256 MB quiere funcionar en amor y compaña con el nuevo.
Hace cuatro años, cuando lo compré, los 512 MB eran más que suficientes para ejecutar todo tipo de programas pero, desde hace algo más de un año, los entornos de escritorio (Gnome o KDE, entre otros) y en especial Gnome, que es el que yo utilizo y conozco, han comenzado una escalada en el uso de los recursos que me parece insostenible. De hecho, más o menos en esas fechas, comenzaron a despegar ciertos escritorios gráficos más livianos que, aunque incorporan menos funcionalidades y programas, consumen menos recursos.
Al principio me parecía normal, más evolución, más carga en el sistema, más facilidades pero, últimamente me da por pensar que, a lo mejor, volver a WindowManager o cambiar a Xfce no sería una idea tan descabellada. El uso intensivo de los recursos del equipo no justifica ciertos colapsos y tiempos de ejecución. Voy a darle un par de vueltas más, mientras actualizo el equipo e instalo Xfce, sólo por probar…
Por cierto y para prevenir ataques de destonillador innecesario, en el caso de querer cambiar la memoria RAM en un Toshiba Satellite S2450-S203 (un nombre raro para ser de la familia de los coyotes :)), ésta está situada bajo el teclado y se accede a ella quitando el embellecedor de plástico que tiene los botones de encendido y accesos rápidos. Bajo ésta chapa de plástico, hay que quitar el tornillo que sujeta el teclado a una placa de circuitos y los dos tornillos situados en los extremos del teclado. Se retira éste y listo, se cambia la memoria.