Quien no tiene memoria, se hace una de papel.
Gabriel García Márquez
Soy un tanto despistado, las cosas como son. De jovenzuelo (lo sigo siendo, sólo que el envoltorio cada día está más ajado) llevaba una agenda con todas las tareas del día, las fiestas y los cumpleaños. Ya en aquello comienzos, confiaba en el papel y el bolígrafo para ordenar mi mundo. En el año 2000 me concedí mi primer capricho electrónico y portátil, una Palm Pilot m100 para no perder ni un sólo detalle, ni olvidar un sólo dato. Tras año y medio de uso intensivo comprendí que, cualquier móvil con agenda, cámara de fotos y una buena base de datos de cumpleaños sería más útil y ocuparía menos espacio en los bolsillos. y empecé a utilizar los móviles como memoria secundaria. Las copias de seguridad de toda esa información, lentamente recopilada con esfuerzo y tiempo, pasó a ser más vital que el dispositivo que la albergaba y convertí mi particular Backup Festival en una tarea mensual. Hace dos años cree un calendario en internet llamado Cumples, donde están las fechas de nacimiento de todos los que me importan. Parecía una labor sencilla y rápida, ideal para la frase «esto lo solvento yo en dos patás» pero, como casi siempre, la terca realidad me mantuvo ocupado durante más tardes de las que estoy dispuesto a confesar. Parece ser que el número de personas por las que albergo algún tipo de sentimiento es mayor de lo que inicialmente pensaba.
Hoy, ese calendario ha tenido una nueva entrada pero con una particularidad: es la primera vez que no añado una fecha de cumpleaños relativo a una persona o personas. Esta mañana he añadido el día 11 de mayo de 2004 como la del nacimiento de este blog. Cinco años han pasado desde aquella primera entrada muda, porque no lo había comentado con nadie y vergonzosa, porque aún no había dejado atrás el complejo de inferioridad, ni el miedo, ni la vergüenza, ni la sensación de estar haciendo el idiota. Cinco años en los que he pasado del polo norte, de contar mi día a día, al polo sur, a escribir acerca de lo que me pasa por la cabeza y que rara vez digo en voz alta. Confieso, eso sí, que en ocasiones he utilizado este espacio como un cajón desastre, como un contenedor de todas mis tonterías y advierto que, probablemente, volverá a suceder. No por nada, sencillamente porque es lo que me apetece compartir.
Así pues, ¡feliz cumpleaños, mono loco!
4 ideas sobre “cinco años”
Pues felicidades x 5 que eso en la red es mucho tiempo, a seguir !!
¡Muchas gracias, dabo, es un honor!
Hace tiempo pensaba que se podría equiparar cada año de perro (de un cánido, no uno de esos años malos) con un año en la web, a efectos de comparación. Así que, si cada años normal son aproximadamente siete años de perro, calculo que llevo unos treinta y cinco años dando guerra. ¡Y los que me quedan!
¡¡¡Enhorabuena¡¡¡ Cinco años, pensaba que eran más. Me dá la impresión que hace mucho, que cada mañana una de las cosas que hago siempre, es leerte, y por lo que escribes, adivino tú estado de ánimo, cómo escribes cada vez mejor, a veces demasiado irónico, otras sobre técnica, que yo leo y no me entero de nada, pero me interesa todo lo que expresas, me ayuda a estar más cerca de tí, y me molesta mucho y me preocupa, cuando escribes poco. Tambien me gustan tus fotos, y últimamente cuelgas pocas, pero siempre son bonitas e interesantes. ¡¡¡Felicidades¡¡¡ Besinos.
¡Gracias!
Durante ciertas temporadas, a mí también me parece que es mucho más tiempo. A veces se hace más cuesta arriba pero otras, sencillamente, uno escribe sin esfuerzo.
Intentaré escribir más y preocuparte menos. 😉
besinos