A mediados de mayo, cuando nos pusimos a planificar el viaje a Gijón por el AWS Community Day, sólo sabíamos que el evento sería el sábado 19 de octubre y que iríamos unos días antes porque habría mucho que preparar. Y se me cruzó por la cabeza que, ya que […]
asturias
Cuando yo era pequeño, allá por los ochenta, los coches ocupaban un espacio muy importante en el imaginario colectivo, casi a la misma altura que la televisión. Había uno por familia y era considerado un miembro más, uno útil porque llevaba y traía al resto de miembros allá donde hiciera […]
–Tío, ¿y este coche tiene un botón que lo convierte en un cohete? –No, no tiene ese botón. –¡Ah! ¿Y tiene un botón que lo convierte en un avión? –No, tampoco tiene ese botón. –¡Ah! Mi sobrino, dándonos ideas de qué es lo que realmente arrasaría en el diseño de […]
alguna vez he hablado aquí de mi familia, de esa tribu que me mantiene cuerdo, con los pies en el suelo y a quienes, de vez en cuando, recurro en busca de aliento y refugio. No voy a hablar más de ellos, al menos en esta entrada, porque hoy toca […]
Estaba metiendo en cajas las cosas que creía importantes y, viendo la congoja de mi madre, intenté tranquilizarla diciéndole «tranquila, que en un año o dos estaré otra vez por aquí». Al día siguiente, lunes, cargué el coche con mi maleta azul, indo y dos cajas de folios llenas de […]
–¿Cómo llamarías a un servidor que está situado en Infiesto?–Buena pregunta–, respondí. Entonces recordé la última vez que estuve allí, tomando unas sidras con él, hablando de nuestras cosas y de trabajo, sobre todo de trabajo. Más atrás en el tiempo, rememoré un puñado de excursiones con los amigos, algunas […]
Una docena de días dan para mucho, si se aprovechan bien. Además, empleamos los primeros días en estar con la familia y amigos (con todos no se pudo y bien que lo siento), malcriar a nuestro sobrino favorito y recuperar mucho tiempo perdido. El resto de días los pasamos en […]
ayer me llamó folixeru (tendrás cien años y seguiré llamándote así :)), tarde ya y según sus propias palabras, en pleno ataque de melancolía. Por una casualidad pasó cerca de donde trabajábamos y se decidió a parar y echar un vistazo. Y, claro, lo que vio fue desalentador y deprimente. […]